domingo, 14 de marzo de 2010

Sigo corriendo, me delen los pies, sudo como pollo en rosticería.
-¡YA! ¡YA! ¡YA! ¡ALTO!-
Nada les grito pero aún así no paran. Intento recordar como parar, pero no puedo, no lo recuerdo.
Me comienzan a doler cada vez mas los pies, quiero parar.
-¡ALTO!- les grito, pero siguen moviendose, siguen corriendo.
-¿Porqué no se paran su se los estoy ordenando?-
-¡Que se paren hijos de la chingada!-
-Un momento, ¿yo soy su madre? ¿o tal vez mi madre sea la suya también? ¿O tal vez ambas? ok no, eso último no-
La suela se comienza a terminar y mis pies siguen corriendo.
-Tal vez si lo pido con amabilidad de detengan-
-¿Se podrían parar estimados pies?
No pasó nada.
-¡Miren ahí esta Fer! Voy a saludarlo-


Llego hasta Fer y sus pies dejaron de moverse.

Haikus

Risas de niños apagadas bajo el motor del carro nuclear.


Sentimientos confundidos con el ardor del frío polar.


Bolsas de viento corriendo hacia el sol, llorando en la luna tras la desaparición.


Gritos de mujeres desesperadas en el árbol de los sueños lejanos.