lunes, 8 de noviembre de 2010

Mariana

Y no importaba que tanto quisiera escapar de la monotonía de la vida diaria, Mariana seguiría ahi atrapada por siempre, era algo que iba ya mas allá de ella, no importa cuantas distintas actividades hiciera diariamente, su monotonía recaía en la excesiva búsqueda de no caer en ella.
Todo había comenzado desde que Julián la llamó aburrida y repetitiva. Mariana se prometió no dejarse afectar por sus palabras, pero al final empezo a hacer una cantidad incontable de actividades que iban desde hornear pasteles hasta aventarse en un parapente.
Una mañana después de limpiar cada minúsculo rincón de su departamento lo notó, ella era en verdad aburrida y repetitiva, repetía constantemente esa necesidad de encontrar siempre actividades distintas para poderle así provar inconcientemente a Julián que no era como él la describió esa tarde mientras le explicaba porque la dejaba por Romina. Mariana se negaba a ser esa persona, porque si aceptaba esa descripción le daba lugar a Romina para irse con su hombre.
Pero hoy ya no importa nada de esto, Mariana ha decidido dejar de preocuparse por que demonios va a hacer día con día y se dedicará simplemente a vivir. Si logra esto, en poco tiempo conocerá a Raúl, un jóven igual de aburrido y repetitivo que ella, quien a su lado lograrán contrarestar la monotonía en la que ambos viven.